Hanga Roa

Edificio Hanga Roa

El Hanga Roa es un edificio habitacional pensado en el borde costero. Su proyecto se inició en 1969, y consideró una altura de quince pisos con 135 unidades habitacionales. Acogido a la Ley Lorca, presenta un emplazamiento aislado y rodeado de jardines que son un aporte al espacio público, aunque en la actualidad están cerrados. Está ubicado en la Av. San Martin, sector turístico de la ciudad cercano a restaurantes, Muelle Vergara y el Casino, como los hitos más relevantes a su emplazamiento. Este edificio fue de los primeros en altura en la ciudad viñamarina. Tanto su ubicación como su apuesta urbana, se centraron en el atractivo marítimo, por su cercanía con Playa Acapulco y Playa el Sol.

 

Es un edificio a base de hormigón armado con muros de albañilería de ladrillo, ha recibido importantes reparaciones a partir de los terremotos de 1985 y 2010. El edificio Hanga Roa presenta seis fachadas, lo cual lo hace muy atractivo en cuanto a su estética arquitectónica.

Especificaciones

Habitacional

Abrahan Schapira S.
Luis Messina
Raquel Eskenazi R.

1969

Es un edificio a base de hormigón armado con muros de albañilería de ladrillo, ha recibido importantes reparaciones a partir de los terremotos de 1985 y 2010. El edificio Hanga Roa presenta seis fachadas, lo cual lo hace muy atractivo en cuanto a su estética arquitectónica.

 

Muestra una estructura de hormigón armado, con fuerte sentido vertical, pero que es complementado con una disposición del sentido volumétrico horizontal. Sus fachadas que se presentan hacia el oriente tienen micas de color rojo, característica estética importante del edificio que promueve una convivencia con el centro de la ciudad. Las fachadas que se sitúan en orientación norponiente, tienen una clara preferencia al mar. La forma de sus balcones y de su volumetría, estuvo pensada para no irrumpir con fuerza hacia el borde costero, sin embargo, la presencia de vigas en voladizo que apuntan hacia el mar, así como la inexistencia de límites de los balcones corridos, generan un efecto contrario.

 

En cuanto a la articulación interna del edificio, el Hanga Roa en el centro establece su sistema de circulación vertical. Los ascensores y las escaleras conectan con un pasillo cóncavo que, planta por planta, va dando acceso a las unidades habitacionales. Las escaleras destacan por su diseño que se va entrelazando en torno a un vacío de grandes proporciones, respetado hasta el piso nueve. Desde ahí hasta el quinceavo, se reduce a una sola escala, que presenta dos tramos. La orientación del edificio favorece el aprovechamiento de la luz que otorga la fachada de cara vidriada, proporciona un acceso a iluminación natural. Tanto las terminaciones como su decoración interna, han sido restauradas por los daños sufridos en los terremotos de 1985 y 2010, lo que deja en duda, cuáles son los elementos que se conservan de su versión original. Sin embargo, los materiales usados, propios de la época siguen estando presentes, como el acero, el aluminio en pasamanos y marcos, y también el uso de vidrio orgánico de color en barandas y fachadas. En el exterior, se usó fuljet como piedra lavada. El uso del color blanco como preferencia, da la sensación de espacios amplios y cargados de luminosidad, lo que se intensifica con la disposición cóncava de la estructura del edificio.

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