Montecarlo II

Edificio Montecarlo II

El Conjunto Montecarlo se construyó en 1962 y está ubicado en calle 6 Norte, sector San Martín. Su proximidad con el borde costero, es de sus mayores atractivos.

 

Respondiendo a una de las premisas del movimiento moderno, la de construir ciudad a través de sus proyectos, esta propuesta se hace cargo de una manzana completa y propone dos cuerpos edificatorios que dejan un espacio perimetral destinado a áreas verdes de uso colectivo, con acceso a un amplio patio interior desde el oriente. Se trata tal vez de una de las propuestas más interesantes de articulación con el espacio público.
Su orientación nororiente le permite aprovechar bien la luz, salvo la fachada sur, que en su búsqueda de asoleamiento desarrolla una propuesta formal de alto valor estético, con una clara influencia de la escuela de la Bauhaus.

Especificaciones

Habitacional

Abrahan Schapira S.
Luis Messina
Raquel Eskenazi R.

1962

La orientación de sus dos edificios y un amplio jardín perimetral dialoga armónicamente con un asoleamiento que permite la sensación de una plaza habitada. En las plantas de los bloques A, B, C y D el edificio apostó por una utilización comercial que favorece la circulación de personas, garantizando la dinámica del espacio público-privado que se vio favorecida por la cercanía con una avenida muy concurrida. A su vez, en el interior de la manzana, los edificios albergan un espacio más íntimo, donde los residentes desarrollan usos más privados y en otro momento pudieron gozar incluso de una piscina.
El conjunto de edificios se dividió en dos administraciones, lo que implica el mantenimiento independiente de ambas estructuras. El análisis se centró en el bloque que da hacia al sur poniente.

 

El edificio Montecarlo II presenta una fachada flexible a lo largo de su cuerpo. La estructura alcanza ocho pisos. En su fachada principal, los balcones, entregan un valor agregado al diseño, puesto que, propone desafiantes voladizos que logran una liviandad física y estética que dialogan con franjas de acrílicos negros, su ordenamiento dinámico se presenta en módulos ascendentes de a tres y sus barandas construidas en delgadas placas de asbesto suspendidas en esbeltas estructuras de acero, aportan a la modulación de la fachada. Otro aspecto interesante son las escaleras que suben por la fachada norte a cubierta, asimismo, los estanques de agua que parecen colgar del techo. El uso de los colores es en función de provocar el contraste entre los balcones y los paramentos. En la cara que da hacia el mar, presenta una fachada más delgada y vidriada.

 

En el interior presenta un cielo llamativo, construido con una serie de bóvedas de cañón que está en sintonía con los cielos de los tramos de escaleras. El recibidor, busca alejarse de las áreas comunes por medio de un umbral. Las escaleras están compuestas por dos tramos alimentados por un cielo traslúcido. En el mismo pasillo opuesto a la escala, están los ascensores. La decoración está marcada por mosaicos de color verde y marfil que entran en un juego constante con la alimentación de luz natural. En cuanto a sus materiales, se utiliza madera en pasamanos y barandas, vidrio, el acero y uso de granito en pisos de escalera. Es importante agregar que gran parte de las terminaciones han sido reemplazadas, lo que impide una apreciación en función de términos históricos y valoración patrimonial.

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